domingo, 8 de agosto de 2010

Tormentas de verano

Una nube gris amenaza con suicidarse.
Hoy todo son sombras en una extraña claridad, donde nadie bajó los toldos en esta calle y el abuelo pasea sin su gorro, como de costumbre está gruñendo mirando al suelo, él lo sabe todo acerca del tiempo.
"Las hormigas han sacado las alas... y esta mañana me dolían los huesos." dictamina en forma de parte metereológico
Hoy llueve y el sol está lejos, pero más lejos me parece el mar.
Nube anquilosada sobre esta ciudad de piedra, ya de por sí gris hoy es gris entera, de pies a cabeza, del suelo al cielo, me abruma esta nube de mierda!
No corre el aire y el humo del cigarrillo tampoco vuela...
La vereda que atraviesa el campo está seca, polvo amarillo de camino quemado... mientras Bea fuma cruzamos el salvaje paraje abrasado. Su cigarro me recuerda el olor a ciudad.
Si empezamos a discutir núnca llegamos a ningún lado...
su humo es la mierda y mi intolerancia su batalla. No regañamos, tan sólo hablamos alto, tan alto que hasta las chicharras se callan.
y comenzó la tormenta.
Un chaparrón nos pillo en mitad del campo, atrapadas en el fango...
y por suerte se apagó su cigarro y nos perdimos en el olor de tierra mojada
olor a tierra mojada, olor a tierra mojada, olor a Tierra mojada...

No hay comentarios:

Publicar un comentario